Al igual que el nuestro, el cuerpo de nuestras mascotas no es sólo físico, sino que está compuesto por energía con conciencia espiritual y por chakras, que son los principales centros de energía que hay a lo largo del cuerpo y que se encargan de su absorción y distribución en todas partes. Ellas son muy susceptibles a las energías que las rodean y tienen un nivel de energía vibracional diferente al de los humanos. Los perros y gatos tienen ocho chakras o centros energéticos distribuidos en su cuerpo, a diferencia de nosotros que tenemos siete. Los gatos limpian los chakras de sus dueños y al igual que los humanos, los gatos también meditan. De esta forma el ronroneo es una técnica de meditación gatuna. Por otra parte, parece ser que los gatos son maestros para trabajar con el Tercer Ojo, o sexto chakra. Si tenemos un gato en casa, recibiremos esa fuerza canalizada que nos ayudará a ser más conscientes y desarrollaremos la intuición.
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