Uno de los colores más habituales en las velas es el blanco y posee un místico significado que va más allá de la pureza. Desde el punto de vista espiritual, al prender una de ellas se abre un canal de comunicación directo con los ángeles, arcángeles y con el ser divino superior, por lo que su magia es bastante poderosa. Se utilizan para los nuevos comienzos y su energía aporta luz y protección para los caminos hacia la prosperidad y la felicidad Se le asocia al poder femenino, a la Luna y la maternidad.
Es por lo anterior que son comunes en rituales de protección, prosperidad y limpieza.
Para el dinero: En un vaso, con la mitad de agua y una pizca de sal gruesa, inserta una vela blanca y préndela con un fósforo. Colócala en el sitio de tu hogar donde haya serenidad y nadie pueda perturbar su flama. Después de dos horas, saca la vela y lava tus manos con el agua y sécalas con el calor que emana la vela blanca.
Protección y limpieza: Su uso más común es para crear un escudo de protección contra las energías negativas o eliminarlas de tu entorno. Solo necesitas prender una de ellas y dejar que se consuma. Si lo deseas puedes orar al encenderla y hacer una petición al Universo.
Para el amor: Las velas rojas son las más populares para el amor, sin embargo, las blancas aportarán la protección que necesita la relación o nuestro ser amado. De esta manera, alejará la negatividad que pudiese interferir en la pareja.
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