El encuentro de la energía de Urano con Tauro es choque. Tauro representa la lentitud y pesadez de la Tierra. Urano es la velocidad iluminadora del rayo. Tauro es el primer signo de Tierra de la Rueda astrológica. La Tierra como realidad física, la tierra como ser vivo y la Tierra como arquetipo. Con la llegada de Urano en Tauro la Tierra cambia. Urano es el cambio. La Tierra se despierta. Nuestra tierra interna se despierta. Nuestro cuerpo se despierta.
Con la energía de Urano hablamos de un cambio de valores súbito. O un cambio inesperado en nuestra realidad material que genera un cambio de valores radical. Con Urano este cambio no es un proceso que podamos controlar. Es un proceso con el cual nos podemos alinear.
Es probable que la entrada de Urano en Tauro nos revele algo de lo que hay detrás de nuestra relación con la Tierra. Con Júpiter en Escorpio, signo opuesto a Tauro, se abren los armarios oculto del inconsciente colectivo. Estas revelaciones muestran lo que hay detrás de la realidad virtual en la que vivimos. Los fantasmas escondidos, olvidados y silenciados en el cuerpo de la verdad son iluminados. Estas revelaciones pueden mostrar como escapamos de la realidad a través de experiencia que nos adormecen del dolor. ¿cuál es nuestra realidad? La realidad colectiva es que estamos en una situación frágil, delicada, vulnerable. Urano en Tauro nos viene a preguntar, ¿qué va hacer falta que se sacuda, que se despierte en las dimensiones del ecosistema de Tauro? ¿qué necesita ser despertado iluminado con relación al dinero, a la riqueza, a los valores, a los recursos? ¿qué necesita ser despertado con relación al placer, la creatividad, el arte, la belleza, la sexualidad, el amor?.
Urano en Tauro viene a despertar nuestro cuerpo energético y sus raíces. Viene a despertar la manifestación de la conciencia material de Tauro. Este despertar es telúrico. Lo telúrico en nosotros, nuestra agua, nuestra tierra, nuestro fuego, nuestro aire, reciben la visita renovadora de Urano. Esto impacta directamente nuestro cuerpo.
Nuestras posesiones, nuestras cosas, las cosas que valoramos. Las energías y los intercambios que valoramos. Las relaciones que valoramos. Todo cambia. Esos puntos de referencia con los cuales hemos construido nuestra identidad: nuestra profesión, nuestro rol en la familia, nuestras relaciones, nuestros proyectos. Eso que valoramos, ¿cómo lo queremos cuidar? ¿qué queremos preservar? ¿nuestra imagen, nuestro éxito, nuestra fama, nuestra cosas, nuestro dinero, nuestra libertad?
Urano en Tauro nos habla de una profunda crisis de valores que están cavando profundo en el Alma de la Humanidad. Nos habla de una ruptura de planos de conciencia y realizaciones que hasta ahora nos han sostenido, nos han dado seguridad, estabilidad y pertenencia.
Este es un año de llamado urgente al cuidado cálido de los cuerpos y de relaciones de proximidad. A la fuerza reparadora y telúrica de la intimidad encarnada. De la intimidad sin sexo. Del sexo íntimo y profundo. Nos habla de la fuerza transformadora y telúrica del amor hecho cuerpo.
Tauro rige el cuello, la garganta, los hombros. De ahí que este signo está vinculado al centro energético -chakra- de la garganta y la expresión del amor y la belleza a través de la canción y la poesía. Llevado a un plano más metafórico, en nuestra voz encarna el cuerpo. En Tauro damos cuerpo a la chispa de vida, del fuego de la voluntad que nació en Aries, primer signo de la Rueda. El fuego que se ha despertado en Aries encarna ahora en Tauro.
La garganta y el corazón trabajan juntos. Sin su colaboración no podríamos escribir, cantar, o hablar desde al alma. En el 2018, para muchos, los bloqueos profundos de corazón y garganta emergen para ser liberados. Este es el inicio de un nuevo paradigma de expresión personal en el que somos llamados a hacer las paces con nuestra diversidad expresiva, individual y colectiva. Este año superamos antiguas represiones, dominaciones estéticas, códigos de cómo debemos expresarnos. Este año nos pide que aprendamos a expresarnos libremente a través de la autenticidad de nuestra Voz. Urano en Tauro viene a liberar una energía creativa, erótica, amante, sexual largamente reprimida, escondida, domesticada. La irrupción de la energía liberadora de Urano en la casa de la voz en Tauro corta con un hechizo de silencio y censura que viene de adentro, de lo profundo de nuestros condicionamientos.
Cada persona tiene una cualidad singular que emerge desde su voz, única en el mundo, como una huella. Podemos intentar imitar, domesticar, domar esta identidad, y a menudo lo logramos, pero nunca podemos sonar exactamente igual a otra persona.
El sonido de la voz es una experiencia interna y externa. La voz es un puente que conecta mundos y abre espacios compartidos. Es un poder que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Cuidarlo es no reprimirlo. Cuando nuestra expresión verbal está reprimida las energías que quieren expresarse desde nuestro interior se estancan, perecen, se hacen tóxicas y nos enferman. Cuando estamos abiertos, cuando nuestra garganta está abierta, y nuestra voz fluye, irradiamos el potencial creativo del universo.
Es una unión cósmica que nos da la capacidad de transformar nuestro miedo, nuestra limitaciones y nuestras memorias traumáticas en energía vital. Energía de vida que llamamos sabiduría, crecimiento, belleza, verdad. La posibilidad de ser puente de este movimiento de adentro hacia fuera nos alimenta, nos da fuerza.
:: Un despertar para cada signo :: Para Aries Urano transita el sector de los recursos, el dinero y la abundancia. Para Tauro Urano activa la casa de la identidad, del Yo Soy. Para Géminis Urano visita el pasado. Para Cáncer Urano toca el sector de los círculos, comunidad y asociaciones. Para Leo Urano visita el sector de la vocación, la profesión y la visibilidad. Para Virgo Urano transita en el sector de la mente superior, la relación con el conocimiento, el aprendizaje y la verdad. Para Libra camina por el sector de los recurosos compatidos, el intercambio y las experiencias transformadoras como los son el sexo y la muerte. Para Escorpio Urano toca el sector del compromiso en la pareja, las asociaciones y las situaciones que nos enfrentan a nuestra sombra. Para Sagitario Urano se presenta en el sector laboral , de la salud y de las prácticas de autocuidado. Para Capricornio toca la casa del romance, la creatividad y el juego. Para Acuario Urano activa el sector de la familia y el hogar. Para Piscis Urano moviliza el sector de las relaciones más próximas, vecinos, hermanos, colegas.
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