Belladona / Poder curativo de la Belladona / Herbolaria / Magia Antigua
La belladona, también conocida como Atropa belladonna, es una planta que ha fascinado y atemorizado a la humanidad durante siglos. Originaria de Europa, el norte de África y oeste de Asia. En la Península Ibérica, en la mitad norte y este.
Es famosa por su toxicidad, pero también ha sido utilizada en la medicina y la magia desde tiempos antiguos. En este artículo, exploraremos los usos, beneficios y mitos que rodean a esta misteriosa planta.
La Belladona es una planta de la familia de las solanáceas. Posee una bayas de un color negro brillante y su tamaño es similar al de una cereza. Se caracteriza por sus hojas grandes, ovaladas y puntiagudas de color verde oscuro, sus flores púrpura y sus frutos como pequeñas bayas redondas. Usualmente su sabor es amargo y contiene un alcaloide llamado atropina, que en pequeñas dosis provoca alucinaciones, delirios y, en exceso, pérdida de memoria, parálisis y muerte.
Durante la Edad Media, la belladona fue un ingrediente fundamental en las pociones de las brujas y los magos, la usaban para hacer sus perfumes, ungüentos, fumigaciones, pócimas y brebajes. Estas plantas eran ingeridas, inhaladas (al quemar la planta) o asimiladas por vía cutánea, produciendo así los efectos deseados.
Usos mágicos y espirituales de la Belladona
Pociones y Hechizos: En la magia y la brujería, la belladona ha sido un ingrediente común en pociones y hechizos. Se creía que podía inducir visiones y sueños proféticos.
Protección y Transformación: Algunas tradiciones esotéricas utilizan la belladona como amuleto de protección o en rituales de transformación y cambio.
Beneficios de la Belladona
A pesar de su toxicidad, la belladona tiene varios beneficios cuando se utiliza con precaución y en dosis controladas. Sus principios activos son la hiosciamina, atropina, atropamina, belaplomina y escopolamina, presentes en toda la planta, aunque más abundantes en las hojas. Estas sustancias tóxicas provocan euforia y alucinaciones, aunque en dosis elevadas pueden causar desorientación, pérdida de memoria, coma y la muerte.
Relajación Muscular: Los alcaloides de la belladona pueden ayudar a relajar los músculos, lo que es beneficioso en el tratamiento de espasmos y dolores musculares.
Alivio del Dolor: La atropina, un componente de la belladona, es un potente analgésico que se utiliza en la medicina moderna para aliviar ciertos tipos de dolor.
Tratamiento de Trastornos Gastrointestinales: La capacidad de la belladona para relajar los músculos lisos la hace útil en el tratamiento de trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable.
Mitos y creencias populares
Planta de Brujas: La belladona tiene una larga asociación con la brujería y la magia. Se dice que las brujas medievales la utilizaban en sus pociones y ungüentos para inducir alucinaciones y estados de trance.
Veneno Mortal: Si bien es cierto que la belladona es altamente tóxica, no todas las partes de la planta son igual de peligrosas. Las bayas y las raíces contienen concentraciones más altas de alcaloides tóxicos, pero las hojas y los tallos también pueden ser peligrosos si se ingieren en grandes cantidades.
La Fuente de Belleza: En el Renacimiento la belladona se puso de moda como cosmético. Sus frutos irritan ligeramente la piel y las doncellas lo utilizaban para parecer sonrojadas. También se aplicaban el jugo de las bayas en los ojos para dilatar las pupilas. Sin embargo, era un riesgo considerable, ya que puede causar visión borrosa y sensibilidad extrema a la luz.
El mito de las escobas voladoras
El mito de las escobas voladoras tiene su origen en los ungüentos que las brujas y magos preparaban. Encontrar la dosis adecuada de belladona con el instrumental de esos tiempos era muy difícil y se corría peligro de muerte si se ingería. Por eso, se utilizaba por vía tópica.
El mito de las brujas que vuelan usando escobas se resume en mujeres que experimentaban con plantas medicinales. Untaban los ungüentos y cremas en palos de escoba y posteriormente se lo aplicaban en la vagina o en el ano. Cuando la droga surtía efecto, alucinaban y creían volar.
Documentación de esto se tiene en la investigación del caso de Lady Alice Kyteler, acusada de brujería en 1324.
“En el armario de la dama se encontró un envase de ungüento
con el que asegura untaba un palo que luego montaba
para pasar el ungüento a sus partes íntimas”.
También existe evidencia de esta práctica en los archivos de Jordanes de Bérgamo, investigador de la brujería del siglo XV. De ahí que en algunas pinturas de los siglos siglo XV y XVI, a las ‘brujas’ se les represente volando desnudas sobre palos de escoba.
En conclusión la belladona es una planta que encarna tanto el poder curativo como el potencial peligro de la naturaleza. Sus aplicaciones medicinales la han convertido en una herramienta valiosa en el campo de la medicina, mientras que su toxicidad y su asociación con la magia han alimentado mitos y leyendas. Con un uso cuidadoso y responsable, la belladona continúa siendo un testimonio de los misterios y maravillas del mundo vegetal.
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