Los romanos eran politeístas y honraban a los dioses a cambio de su protección. En Roma se asentaron todas las religiones del imperio ya que no modificaban las creencias individuales. Originalmente eran pocas las festividades religiosas estrictamente romanas, entre las más importantes figuraban las Equirias.
Las Fiestas Equirias eran parte de un festival en honor al dios Marte. La primera Equiria se celebraba el 27 de febrero y la segunda el 14 de marzo. Marte en la mitología es el dios de la guerra, sus símbolos eran el lobo y el pájaro carpintero. Era venerado por los sacerdotes salianos que efectuaban danzas guerreras en su honor con los doce escudos que habían caído del cielo y cantos para proteger la ciudad.
Se hacían carreras de caballos en el campo del Dios Marte. Es la energía del corazón del animal quien junto al sonido repetitivo del tambor sincroniza los latidos de la Madre Tierra con las frecuencias espirales de las estrellas y el palpitar de la vida en el seno del hombre, creando juntos Enlaces Sagrados entre lo de arriba con lo de abajo y la conciencia alineada en una sola frecuencia de Vida y Esperanza, donde el Cielo y la Tierra son Uno sólo, donde El y Ella se unen en matrimonio Alquímico.
Este dios guerrero también es simbolizado por el lobo, otro animal de poder, animal solitario que representa el esfuerzo propio, un animal que pertenece a una manada con un guía para llevarla sobre un norte seguro, porque ese líder estepario conoce las salidas y sabe diferenciar los peligros reales y los aparente y nos recuerda que cada quien es único.
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